HUILLIMAPU del Larkü difunde información en solidaridad con el Grupo de Mujeres "Tejedoras Mapuche", reprimidas por el Estado chileno.
COMUNICADO PÚBLICO
El Colectivo Editorial del Informativo Mapuexpress y el Grupo de Trabajo por Derechos Colectivos (GTDC), solidariza con el grupo de Mujeres “Tejedoras Mapuches” víctimas de la represión y persecución de agentes militarizados chilenos en el día de hoy. El grupo de Mujeres fue víctima de un allanamiento y desalojo de un espacio en recuperación ubicado en Villavicencio 25, Barrio Lastarria, Santiago, destinado para el rescate de conocimientos ancestrales, lugar donde desarrollaban arte textil ad llallin y de plantas y hierbas medicinales para la construcción de una escuela de autoformación para el conocimiento de la mujer mapuche. Lamentamos profundamente estos síntomas y frecuentes acciones de violencia estructural del estado chileno y su nivel de intolerancia, discriminación y desprecio frente a iniciativas que buscan ejercer los derechos colectivos, para el rescate de conocimientos milenarios. Es brutal y criminal que los funcionarios públicos de los poderes del estado chileno, en vez de buscar soluciones efectivas y pacíficas, respondan de esta manera ante las necesidades de espacios para la creación y sabiduría,
Conminamos a quienes dicen cumplir servicio público o representar los intereses sociales en esta represiva democracia, a asumir sus responsabilidades, a terminar con la mala fe y afrontar los temas de fondo donde la participación, inclusión, respeto y tolerancia, bajo la premisa del reconocimiento de la diversidad y resguardo a las soberanías y los derechos de los Pueblos, sean lo primero. La labor realizada por las Mujeres tejedoras Mapuches en Santiago es una labor de absoluta dignidad y que merece toda la valoración y respeto. Exigimos el respeto que se merecen estas mujeres que buscan conquistar espacios, con trabajo y esfuerzo para el presente y las generaciones venideras de un Pueblo que ha sido víctima de verdaderas políticas genocidas y de asimilación. Exigimos al Gobierno chileno respetar la cultura ancestral, y en especial, respetar los Derechos de las mujeres. El gobierno actúa de manera violenta, patriarcal y colonial y continúa intentando cercenar Derechos que se encuentran consagrados en Normas básicas internacionales. La violencia contra las Mujeres Tejedoras Mapuches, no tan solo es una afrenta al Pueblo Mapuche en su conjunto, sino, es un grave atentado a los Derechos Humanos de las Mujeres; Y es un violento portazo en la cara al emprendimiento y el esfuerzo. Lo ocurrido en Santiago, son los mismos hechos que vienen ocurriendo a causa de la violencia militarizada en diversas zonas rurales, donde numerosas mujeres, niñas, ancianas, han sido maltratadas y vejadas por agentes policíacos del estado chileno a causa de allanamientos, muchas veces, sin que se muestre una orden para tal efecto como ocurrió en este caso.
Conminamos a quienes dicen cumplir servicio público o representar los intereses sociales en esta represiva democracia, a asumir sus responsabilidades, a terminar con la mala fe y afrontar los temas de fondo donde la participación, inclusión, respeto y tolerancia, bajo la premisa del reconocimiento de la diversidad y resguardo a las soberanías y los derechos de los Pueblos, sean lo primero. La labor realizada por las Mujeres tejedoras Mapuches en Santiago es una labor de absoluta dignidad y que merece toda la valoración y respeto. Exigimos el respeto que se merecen estas mujeres que buscan conquistar espacios, con trabajo y esfuerzo para el presente y las generaciones venideras de un Pueblo que ha sido víctima de verdaderas políticas genocidas y de asimilación. Exigimos al Gobierno chileno respetar la cultura ancestral, y en especial, respetar los Derechos de las mujeres. El gobierno actúa de manera violenta, patriarcal y colonial y continúa intentando cercenar Derechos que se encuentran consagrados en Normas básicas internacionales. La violencia contra las Mujeres Tejedoras Mapuches, no tan solo es una afrenta al Pueblo Mapuche en su conjunto, sino, es un grave atentado a los Derechos Humanos de las Mujeres; Y es un violento portazo en la cara al emprendimiento y el esfuerzo. Lo ocurrido en Santiago, son los mismos hechos que vienen ocurriendo a causa de la violencia militarizada en diversas zonas rurales, donde numerosas mujeres, niñas, ancianas, han sido maltratadas y vejadas por agentes policíacos del estado chileno a causa de allanamientos, muchas veces, sin que se muestre una orden para tal efecto como ocurrió en este caso.
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